Castillo y jardines en el Distrito del Alentejo, Portugal
El castillo de Marvão, en el Alentejo, se encuentra en el pueblo de Santa Maria de Marvão, en el municipio de Marvão, distrito de Portalegre, en Portugal.
Aunque su origen parece ser un castro romano, el nombre de Marvão proviene de un líder sufí andalusí llamado Ibn Marwan al-Yil`liqui, que se rebeló contra el califato cordobés e instauró una especie de taifa independiente con capital en Badajoz allá por el siglo IX. No fue hasta 1226 cuando Marvão pasó a manos portuguesas, reconquistada por Sancho II. A partir de ahí y durante 600 años el castillo de Marvão sufrió diferentes ataques y pasó por las manos de españoles, portugueses y franceses.
El castillo se localiza en el parque natural de la Sierra de San Mamede, en el extremo oeste de la villa, donde se yergue en la vertiente norte de la sierra, en posición dominante sobre el pueblo y estratégica sobre la frontera, controlando, en el pasado, el paso del río Sever, afluente del Tajo. Este hecho le garantizó la atención de diversos monarcas, expresada en diversas campañas de remodelación, que dieron al monumento su aspecto actual.
Junto al castillo se encuentra el jardín con unos setos cuidadosamente recortados. Los árboles en flor del jardín del Castillo Marvão presentan una escena tranquila, pero fiándose en esas paredes de piedra y esa torre que se avecina, este lugar fue construido para la batalla. Cortado en una colina sobre las llanuras del Alentejo, el Castillo de Marvão que vemos hoy fue construido a partir del siglo XII y fue reforzado y remodelado en los siglos que siguieron. Un paseo hasta la cima de la fortaleza de piedra ofrece vistas panorámicas a través de la campiña portuguesa. Desde allí también se puede obtener una vista de pájaro del encantador pueblo bañado en blanco y escondido en las estrechas y sinuosas calles de debajo del castillo.
La muralla urbana de Marvão es simplemente impresionante. Con forma alargada en sentido este-oeste, cuenta con formidables defensas que, junto al castillo, situado en el extremo de poniente del cerro donde se asienta la ciudad, la hacían un objetivo muy difícil de conquistar.
El acceso es libre. En la iglesia ubicada frente al castillo hay una oficina de información y un pequeño museo cuya visita cuesta 1 euro.