Su Origen
Construido en el siglo XI, el castillo de Loarre fue, primero palacio real, más tarde monasterio y, actualmente, escenario de películas. La imponente muralla que lo rodea y sus once torreones te darán la bienvenida.
El castillo de Loarre fue fundado por el gran monarca Sancho III el Mayor y es una verdadera joya de la arquitectura civil y militar de la época. Ha servido en numerosas ocasiones como escenario de películas, entre otras, ‘El Reino de los Cielos’, de Ridley Scott.
Levantado en un espolón rocoso a 1071 metros de altitud, defendió la línea fronteriza del Reino de Aragón y fue pieza clave para el rey Sancho III el Mayor en la reconquista cristiana de esta tierra a los musulmanes.
Desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras agrícolas de la llanura.
El origen del actual castillo de Loarre se encuentra en la mota fortificada que mandó construir el rey de Pamplona Sancho III el Mayor (1004-1035). Esta construcción, llevada a cabo entre 1016 y 1020, solo era una más entre las muchas que componían la línea defensiva frente a los musulmanes. Se trataban de pequeños fortines construidos con madera y tierra que nada tenían que ver con el actual castillo.
Posteriormente, en el año 1070, el rey Sancho Ramírez, nieto de Sancho III el Mayor, recuperó la fortaleza de los musulmanes, quienes la habían tenido en su poder un breve tiempo. Solo un año después, el papa Alejandro II emitió una bula tomando bajo su protección al monasterio de Loarre, cuya construcción debía llevar a cabo el rey Sancho Ramírez, junto al abad de San Juan de la Peña y el legado pontificio. La obra no se finalizó hasta el año de la muerte del rey, en 1094.
Poco después, en 1097, la comunidad monástica fue trasladada al castillo de Montearagón, con la intención de tomar Huesca, aún en posesión musulmana. Dado que para estas fechas el castillo de Loarre había perdido su funcionalidad al quedar en la retaguardia, la construcción debía de estar concluida, con excepción del recinto amurallado que se realizó en 1287 como respuesta a una matanza.
El castillo no volvió a tener notoriedad hasta el siglo XV, durante la revuelta del conde de Urgel. La fortaleza fue defendida por la abadesa Violante de Luna, aunque finalmente cayó derrotada por el bando real. Ese mismo siglo la población que habitaba en las cercanías del castillo se trasladó definitivamente a la actual villa de Loarre, para la que reutilizaron algunos de los materiales del castillo.
El Interior
Se trata de uno de los Castillos mejor conservados del Románico. En su interior se conserva 1000 años después toda la magia del momento. Te invitamos a ver su interior.
Entrada al Castillo
Muro del Castillo de Loarre.- Para entrar en las inmediaciones hay que cruzar la muralla de estilo Lombardo que circunda la fortaleza a lo largo de unos 200 metros.
Además está compuesto por once torreones preparados para la defensa. Este muro de metro y medio de ancho de espesor fue construido sobre el Siglo XIII.
Torre Albarrana.- Esta torre se encuentra ubicada en los extramuros de la fortaleza. Se levanta imponente aun no siendo la torre más alta. La Torre Albarrana tiene o tenía la finalidad de vigilar la puerta de la entrada.
Planta Baja
Después de pasar la puerta de los muros y la Torre Albarrana llegamos a la puerta de entrada al Castillo de Loarre.
Puerta de Entrada.- La puerta de la entrada esta cubierta con bóveda de medio cañón. Custodiada con dos capiteles a ambos lados y decorada conel típico ajedrezado de la zona.
Escaleras de Acceso.- Nada más ver las escaleras de acceso empezamos a entender la magia de la fortaleza. Los peldaños de subida están formados por tres calzadas.
La de las lados más altas para que por las de en medio se pudiese drenar el agua. Además esta diferencia en alturas de los peldaños era para que fuse más fácil poder subir carromatos.
Al final de la escalera se divide a izquierda y derecha lo cual facilitaba la defensa. Todo pensado hasta el más mínimo detalle.
Además comunica con la Cripta de Santa Quitería desde la cual se puede ver por un ventanal quien se acerca mediante un juego de sombras.
Cripta de Santa Quitería.- En la entrada de la Cripta podemos admirar un Crismón muy antiguo con los símbolos Alfa y Omega. Los seguidores de Mágicos Pirineos ya sabrán de su significado por que hemos hablado muchas veces en los Crismones y las Estelas Discoidales.
Una vez dentro observamos una bóveda cerrada presidida por un altar custodiado por cinco ventanales. Además hay un pasadizo por el que se llega a la magnífica Iglesia de San Pedro.
Planta Primera
Una vez hemos entrado en la fortaleza, hemos subido por la escalera y pasado la cripta llegamos a la primera planta. Y esto es lo que nos encontramos.
Iglesia de San Pedro.- La Iglesia de San Pedo fue eregida por mandato del Rey Sancho Ramírez. Se realizaron grandes obras para encajar una Iglesa dentro de la fortaleza lombarda. Adaptándose a la perfección al escarpado terreno.
La característica más especial es su magnífica bóveda y la nave, junto con sus columnas y sus capiteles.
Pabellones del Monasterio.- Cuando el Rey Sancho Ramírez a su vuelta de Roma manda construir la Iglesia de San Pedro y dotarla de monjes se encuentra con el problema del espacio. La fortaleza era valida para albergar un numero no muy grande de soldados.
Ahora se tenían que realizar modificaciones para poder albergar un número determinado de monjes. Así pues manda construir dos niveles, uno para los soldados y otro para la comunidad monástica. Todo esto supuso grandes problemas técnicos que fueron resueltos con gran maestría
Calabozos.- Como cualquier fortaleza, también tenía que tener los calabozos. Hemos de pensar que fuera de la fortaleza estaba asentado todo un pueblo. Eran indispensable poseer unos calabozos. Aun a día de hoy se pueden ver unos grilletes en este espacio.
Planta Segunda
Hemos llegado a la segunda planta donde encontramos un gran espacio con un gran patio de armas y la magnífica torre de la reina.
Puerta del Castillo Antiguo.- Pasado el entramado de pasillos y habitaciones llegamos a la planta segunda. A la cual se accede por la puerta antigua del Castillo y a día de hoy pasa totalmente desapercibida. Esta justo al lado de la torre de armas que a día de hoy es la Torre de la Reina.
Patio de Armas.- Por fin estamos en lo alto de la fortaleza, donde encontramos un espacio muy amplio y abierto donde se encuentra ubicado el Patio de Armas.
Un lugar desde donde se divisa los llanos de la Hoya de Huesca.
Torre de la Reina.- Está ubicada junto a la antigua puerta de la fortaleza, antes de la remodelación. Hoy en día se accede a través de una puerta metálica.